Mi familia es de Piura. Siempre digo que quizá soy tan directa, porque mis antepasados fueron campesinos. Mi abuelo materno tenía dos haciendas en Ayabaca, que luego sus hijos perdieron con la reforma agraria. Mi padre vendió las tierras que tenía en Sullana para, cuando yo tenía seis años y mis hermanos cuatro y un año, mudarnos a Lima. Inicialmente vivimos aquí en Miraflores, en la calle Libertad, cuadra 2. Mi papá, como buen agricultor, quería mucho verde alrededor de nosotros, por lo que después compró una casa en Magdalena de casi 1000 m2, con una huerta detrás que, cuando nos mudamos, tenía doce árboles frutales, en plena producción.  

Al morir mi padre y mi madre enfermar, no tenía mucho sentido ya quedarnos en esa casa tan grande y compré este departamento en Miraflores, porque era como si hubiera sido diseñado para nosotros, los que éramos entonces. Es muy antiguo, pero con todos los problemas que en el Perú significa vivir en propiedad horizontal, a mí me encanta. Me siento bien en él. Lo compramos hace veinte años más o menos y otro, que alquilo actualmente, lo adquirí hace treinta años. Al principio era una oficina que dedicábamos al turismo.

Soy periodista de profesión. Estudié en la universidad Católica, periodismo y relaciones públicas. Ejercí en La Prensa, en Caretas, con la inolvidable Doris Gibson, en Expreso….. 

Ahora trabajo en la Universidad Bausate y Meza, donde soy profesora de “Historia del Periodismo” y de “Periodismo Escrito”. Y también escribo artículos para Expreso, en mi columna “Tercera llamada”. No tiene salida regular. Inclusive he interrumpido mis colaboraciones en los últimos tiempos, por falta de tiempo.

Como he tenido la suerte de viajar mucho, he trabajado en ANSA, la agencia italiana de noticias, en Madrid y también en una editora de libros en Roma. Como soy inquieta he trabajado en muchos lugares. Trabajé también en la Biblioteca Nacional del Perú; era Directora de Prensa. Me contrató el doctor Sinesio López, a quien no conocía de antes y de quien guardo un excelente recuerdo. El doctor López es un señor, en todo el sentido de la palabra, tanto en su gestión como funcionario público, como en su trato personal. Con el gobierno aprista, llegó como nuevo director Hugo Neyra y después de varios meses de trabajo en armonía, un buen día me pidió mi puesto (“Necesito su puesto” me dijo un día, de un momento a otro). Como el mío era un cargo de confianza, el director podía disponer de esos cargos a su antojo. Estuve en la Biblioteca algo más de tres años. Luego me fui a la Bausate y Meza a enseñar y a descansar un poco, porque el trabajo que tenía en la Biblioteca era maravilloso, pero agotador…..Casi a diario, diez horas seguidas de jornada laboral. 

Otra experiencia en el sector público, ésta sí mala, porque ni el trabajo ni el lugar me gustaban, fue en la Corte Suprema, donde, entre otras cosas, hacía los discursos para uno de los presidentes de la corte. El otro día, botando papeles viejos, encontré uno de esos discursos y me reí recordando que escuché a la persona a quien se lo hice, leerlo, palabra por palabra y yo sabía lo que iba a decir, porque era “mi” discurso. Pero creo que ese señor nunca se enteró de quién se los hacía, por la cantidad de intermediarios que habían entre el redactor (o sea yo) y él: como seis personas.

Un trabajo de investigación que me encomendaron hacer en la Corte Suprema, fue “Breve Historia de la Justicia en el Perú”, un pequeño libro virtual para la página web de la institución. Fue muy interesante revisar crónicas y documentos antiguos para ese trabajo. Y, como soy positiva, solo el hecho de haber podido hacer ese trabajo, me reconcilia con el hecho de haber trabajado en ese lugar.

He enseñado también en otras universidades. Me encanta enseñar, como lo hago, por horas y siempre agradezco a quien me llevó al mundo de la enseñanza universitaria, porque me abrió una puerta para tener lindas experiencias.

Es algo que me halaga y me motiva a seguir interesándome y dando mi opinión sobre los problemas del distrito, pero eso no entra en mis planes porque chocaría con muchos. Soy muy frontal, no entro en componendas y menos lo haría a estas alturas de mi vida. La política en el Perú está muy devaluada, en ella hay lugar solo para los pícaros. Por supuesto que hay excepciones, pero son tan pocas que no se notan.  

Una campaña, además, implica mucho dinero y no lo tengo. Significa que le debería a alguien el “financiamiento” y lógicamente después me lo cobraría, y no tendría cómo devolvérselo. Ni en efectivo, ni en “favores”.

En realidad, a través del correo vecinal, nosotros, tu, yo, todos los que participamos, prácticamente las presentamos todos los días, porque vamos dando cuenta a la municipalidad de lo que hay que mejorar, cambiar o hacer en el distrito. Algo que me gustaría y que le sugerí al exregidor Molina, fue hacer reuniones cada seis meses en el parque central solo para miraflorinos, para hablar de los problemas del distrito y de las cosas buenas que tiene y que tenemos que tratar de conservar. Y para conocernos, entre los propios vecinos y entre vecinos y autoridades. Pero lamentablemente los regidores van a lo suyo y olvidan por quiénes se encuentran allí. Tienen predeterminado lo que van a hacer. 

Algo que pienso que se debe lograr con urgencia, es potenciar las juntas vecinales. No puede ser que en Miraflores, prácticamente no existan. Debemos pedir al municipio el auditorio para realizar una primera reunión bien convocada, a la que llegue el que quiera, con el único objetivo de conocernos, hacer una comunidad, compartir intereses. Es así como se debe vivir y eso me gustaría para nuestro distrito. Aún en las grandes ciudades, especialmente en Europa, la “buena vecindad” existe y eso deberíamos buscar en Miraflores.

El informe de PANORAMA sobre nuestro distrito fue aterrador..... Nos mostró en vivo y en directo y de una forma amenazante para los que vivimos aquí, que lo que siempre se ha dicho es absolutamente cierto y que a nadie le importa mejorar: que en el distrito hay consumo y comercialización de droga sin medida, alcohol en tales cantidades que ya solo falta que corra por la calle y peperepes a montones. Claro, si "la movida" está acá, ellas vienen corriendo. 

Ahora, con esa muestra de lo que hay aquí cada noche, ¿se atreve alguien a decir que este es un distrito seguro?

Esta es la ciudad que nos ofrece don George…. Para eso está haciendo los estacionamientos subterráneos en pleno parque Kennedy, para que venga más gente como la que ayer nos mostraron y todos nuestros “visitantes” se sientan cómodos en el distrito, en su zona central. Don George y los miembros de su banda como el inefable Costeño lo saben, tienen conciencia de que las leyes en el distrito no sirven para nada y de que Miraflores se ha convertido en un lugar peligroso para las personas respetables que vivimos aquí. Pero con mirar a otro lado todo se soluciona.

Es una vergüenza lo que mostró la televisión. Yo me imagino que don George se habrá escondido detrás de un mueble en su casa, para que no lo vea ni su mujer, hasta que le pase la vergüenza.

Porque recuerden que, gracias a que don George quiere protegernos, velar por nuestra tranquilidad y hacernos la vida agradable es que tenemos en la plana mayor de autoridades de nuestro maltratado distrito a un "experto" en Seguridad Ciudadana y lo que ayer vimos es el resultado de su gestión........

Después de aterrorizarme viendo el reporte de la tele, mi pregunta es ¿cómo hacen estos infelices para estar siempre en los lugares donde no hacen nada, donde les pagan por no hacer nada y para tirarles tierra a los ojos a los que se siguen fiando de ellos como don Pepecuy? Misterio..........