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CLAUDIA VALDEIGLESIAS AÑORGA

Republicana

Publicado: 2020-07-14
La primera vez que supe de Claudia, fue porque ella postulaba a la junta vecinal de la zona 1, donde también vivo. La conocí cuando era Presidenta de la Junta, en la primera reunión con los vecinos. Observé en Claudia su capacidad para escuchar y ser parte del grupo que representaría ante el gobierno local. Después, su entrega al compromiso que había asumido y el saber buscar y encontrar aliados para las diferentes tareas que entre todos priorizamos y que ella debía llevar en nuestra representación.
Entrevista


¿Cómo así eres miraflorina?

Bonita pregunta. Me gusta mucho el distrito. Yo soy de Magdalena del Mar, crecí ahí. Pensé siempre que si compraba algo debía ser en Magdalena, San Isidro o algún lugar cercano al mar. Compré la primera casa en Chorrillos y luego de varias adquisiciones, terminé donde me gusta más, en el malecón de Miraflores.

Y en Chorrillos, ¿cerca al mar?

Vivía a cuatro cuadras del mar. Allí me mudé cuando me casé. Viví largos años, hasta que me separé y regresé a Magdalena y luego me vine a Miraflores.

A pesar de que trabajo en La Molina, en USIL, y en Monterrico en la Universidad de Lima, no se me ha ocurrido vivir por allí.

¿Porque están lejos del mar?

Sí, porque están lejos. Me encanta estar cerca del mar. Me parece que es la parte más bonita de la ciudad. Vivir en Magdalena durante mi niñez me ha hecho sentir así.

Me cuentas que trabajas en dos universidades. ¿Te dedicas a la docencia?

Soy catedrática en las dos universidades, en varias especialidades. Con los años he ido incursionando en temas que he desarrollado en mi vida profesional. Tengo un MBA, he trabajado en el sector privado durante 30 años y me ha tocado gerenciar empresas una buena porción de ese tiempo.

¡30 años! Nadie diría… porque te ves muy joven

En los últimos diez años en el sector privado he gerenciado empresas. En el BCP trabajé 18 años haciendo trabajos diversos; empecé como terminalista a los 20 años, en los inestables años 80. En esa época existía la carrera bancaria. Ahora las cosas cambiaron. Tengo entendido que los chicos de ventanilla en una agencia son parte de una tercerización. Entonces para ascender deben renunciar a esa tercerización y postular al banco y de allí hacer carrera. En mi época muchos hemos acabado como ejecutivos o gerentes del banco. Era más directo.

Ahora hay más bancos, más oportunidades. Los 80 fueron épocas muy duras en el Perú. Muchisimos jóvenes sin trabajo para pocas vacantes. Por eso también muchos migraban al extranjero. No sólo estaba el problema del empleo, había terrorismo, narcotráfico, hiperinflación… en fin.

Era como entrar a la universidad

En esas épocas las grandes empresas seleccionaban personal en base a la Universidad de procedencia. Preferian largamente alumnos de la Católica, la Pacífico o la de Lima. Si no, no te consideraban. El sistema laboral era muy excluyente. Eso ha cambiado. O al menos eso espero, sinceramente.

Cuéntame de tu etapa en la gerencia

Mi preparación fue en Administración y Finanzas. Lo interesante de mi trabajo en esas empresas es que tenía que ver con el manejo del dinero y las inversiones, pero también con el área de Recursos humanos, porque estaba dentro de mis funciones. Aprendí mucho sobre cómo gerenciar el talento humano. Una de las cosas que más he enseñado en la universidad ha sido Liderazgo organizacional, Comportamiento organizacional, y todo lo que tiene que ver con el área de Recursos humanos. Curiosamente, no enseño nada que tenga que ver con finanzas o costos.

Me gusta el tema de los costos porque determina si ganas o pierdes

El centro de costos es referencial al momento de determinar el precio de venta. Mucho depende de los procesos productivos. Finalmente lo que marca el precio es el mercado. Sin embargo la estructura de costos en todo negocio se debería conocer.

Me has hablado de tu labor docente. ¿Y dónde te formaste, en qué universidad estudiaste?

En la Universidad de Lima, estudié Administración. Estando en sexto ciclo, entré a trabajar al BCP. Antes trabajé en la misma Universidad. Terminé la carrera y me casé.

¿Cuántos hijos tienes? ¿Viven contigo?

Tres. Tengo dos hijos en el extranjero y un hijo independiente, que vive en Lima.

En las circunstancias actuales ¿cómo tomas la pandemia?

Como una oportunidad. Ha sido triste, porque veo gente que la pasa muy mal por falta de condiciones. El Perú no estaba preparado para una situación de este tipo y como siempre, los pobres y vulnerables, son los más afectados. Creo que estamos evidenciando lo poco que hemos invertido en salud, en educación, en infraestructura y en servicios para nuestra gente.

Estás hablando como una política, que eres.

Sí, bueno, eso lo tengo muy metido. Mis amigos me dicen lo mismo; que hablo como política. Y yo les digo: “esa es mi opinión”.

La situación actual es una demostración de todo lo que no hemos hecho en estos años de supuesto crecimiento. Considero que también nos indica que hay mucho por hacer, mucho por trabajar. En justicia, en educación, en salud, en infraestructura. También tengo que reflexionar en lo personal, porque ha sido como una parada forzada, como que me hubieran frenado, y me ha obligado a meterme en mi casa definitivamente, a leer más que antes. Cada vez estoy aprendiendo más cosas.

Algunos dicen “qué aburrida la pandemia”. Yo estoy siempre muy ocupada, he descubierto círculos de interés, entre otras actividades. Hace pocas semanas he terminado mi función de presidente de la junta vecinal de la zona 1,  a la que puse mucha dedicación. Eso me permite sentirme tranquila. Es un momento para reflexionar un poco más sobre la fragilidad del ser humano. Esta pandemia lo que hace es enfrentarnos con lo débiles que somos ante los eventos externos. Literalmente, viene un virus y nos cambia la vida a todos. Creo que ha sido un buen momento para reflexionar y lo que más me ha gustado es que he visto despertar en mucha gente la solidaridad. Lo he visto en mis vecinos, en mi edificio, en general en mi entorno. Ha sido como si ahora todos hubiéramos tomado mayor conciencia de la existencia del otro.

Has sido presidenta de la junta vecinal. ¿Cómo te interesaste?

Bueno, yo soy política desde que nací. Siempre he estado interesada en lo que pasaba afuera. Pero tenía que trabajar para estudiar, porque soy huérfana de padre. Después, al casarme muy joven, tenía que cuidar de mi familia y no había lugar más que para trabajar duro y solventar tantos gastos para tres chicos. Pero desde niña he tenido un espíritu lector y contestatario. Siempre he tenido una opinión poco convencional, una visión diferente, muy personal. Así se me pasaron los años. Incursioné bastante tarde en politica porque preferí ser mamá, y ahora que dispongo de mi tiempo para hacer lo que me apasiona, disfruto hacer política.

Fue recién en el 2018, con mis hijos ya grandes, dos de ellos en el extranjero, necesitándome casi casi para nada, que me planteé la idea de ser parte de un proyecto político.

Lo que más me gustó de lo que encontré en mi búsqueda, fue el Ideario del Partido Morado. Las ideas de centro republicano, de cancha plana para todos, me enamoraron. Siempre he pensado: éste es un país tan rico que no debería haber un niño pobre. Me duele en el alma que haya analfabetos, que la justicia se compre en vez de ser un servicio a la nación. Pienso que los treinta y dos millones de peruanos deberíamos tener derecho a aspirar al mínimo bienestar. Cuando escuché un discurso muy parecido a éste en el Partido Morado, me dije: esto me gusta. Escuché a Julio Guzmán, una persona muy instruida, que conoce bien el tema macroeconómico por su experiencia y conocimientos; y fui a una primera reunión a la base de Miraflores. El primer día que estuve ahí me sentí tan bien, que ya quería asistir a la siguiente reunión. Así fue que empecé.

Como mamá, me dedicaba mucho a mi familia y al trabajo. No sabía, por ejemplo, que había mecanismos democráticos para el manejo de los gobiernos locales. A comienzos del 2019, siendo militante activa del Partido Morado, surgió en una de las reuniones partidarias la importancia de formar parte de la JJVV y tomé esa idea y me propuse explorar de qué se trataba. Empecé a investigar. Acá hay una forma de influir en el pequeño espacio comunal, pensé.

¿Y cómo te sientes luego de la experiencia?

Ha sido una linda experiencia para mí. He tenido la oportunidad de crecer como política. Te voy a decir porqué. Son varias razones: en primer lugar, me ha permitido conocer gente muy interesnte y valiosa que vive en mi zona, a la que no hubera tenido forma de acercarme antes. Tambien me ha permitido conocer mejor el funcionamiento de una institución del Estado, como es el gobierno municipal, porque en el ejercicio de funciones debes reunirte con la autoridades, los gerentes municipales, con los vecinos, recibir sus demandas y escuchar sus necesidades. De esa manera vas entendiendo cómo es el manejo. Sobre todo cuando vienes de la esfera privada como es mi caso. En segundo lugar, ha sido una gran oportunidad para conocer las cosas que están faltando o fallando, entender qué espera la comunidad, cuáles son las demandas de los vecinos, lo viable y cercano que es diseñar el futuro con criterios de desarrollo sostenible para un distrito como el nuestro. Y la verdad es que también es un gusto servir: llevar esas demandas a las autoridades municipales para que sean atendidas, escuchadas.

He llegado a la conclusión de que las juntas vecinales tienen un espacio muy reducido de participación. En general, las municipalidades hacen participar a la ciudadanía porque es un tema de decreto y no porque haya interés genuino por esa participación. Tampoco los actuales mecanismos hacen que ese involucramiento sea eficiente.

Y entonces ahí mi reflexión es que hay muchísimo por hacer a nivel de leyes, de reglamentos, para lograr que la participación vecinal a través de las juntas vecinales sea lo que realmente se espera en una democracia participativa. Para eso todavía nos falta recorrer un largo trecho.

¿Y qué viene en adelante? ¿en qué estas ahorita?

Estoy en varios grupos de interés. Pertenezco a un círculo en ciencia, tecnología e innovación; es un grupo de intelectuales y científicos con muchos deseos de aportar. Mi aporte viene de la perspectiva que me da el hecho de ser docente. Tratamos de influir en nuestra sociedad para que la ciencia y la tecnología sean tomadas en cuenta como la herramienta fundamental para el desarrollo de los próximos 200 años.

También apoyo a otros colectivos como #Delivery Responsable, que surgió de las reuniones con vecinos de la zona 1 de Miraflores, un tema que también impulsamos desde la junta vecinal con todos los presidentes de juntas del distrito en una comunicación dirigida a la alcaldía en setiembre del año pasado. Creo que fue la demanda en conjunto lo que logró mayor impacto.

¿En qué consiste el esfuerzo de ese colectivo?

Busca generar las condiciones necesarias para que dentro de nuestro distrito, la actividad de delivery esté regulada de tal manera que se respete al vecino, que existan horarios de reparto, que los motorizados no se estacionen en las esquinas, en grupos, obstaculizando el tránsito de peatones, generando ruido, accidentes por imprudencia y exceso de velocidad, que ponen en riesgo la vida de los propios conductores. Detrás de esto, muchos jóvenes que se dedican a este negocio son informales; no sabemos si tienen seguro de vida, de salud. Muchas empresas usan el slogan “si tu pedido no llega a tiempo, no pagas” lo que obliga al delivery a hacer de todo para llegar a tiempo.

Antes de la pandemia la situación era peor. Y ahora la conciencia que tenemos en el colectivo, es que eso va a regresar con la “nueva normalidad” y será un gran problema, y no queremos que vuelva a suceder lo que he explicado. En el colectivo estamos hablando de lograr incentivos para los establecimientos que usen delivery sin contaminación, por ejemplo usando motos eléctricas, o para aquellos que hacen el delivery en vehículos no motorizados dentro del mismo distrito.

Gracias a los contactos en la municipalidad y a la apertura del alcalde y sus gerentes para escucharnos, hice una primera aproximación entre nuestro colectivo y las autoridades de Miraflores. Hace dos semanas, hemos participado en reuniones de trabajo con el señor Molina y varios directivos para recoger ideas, levantar información. Un vecino ha aportado un proyecto de Ordenanza que recoge nuestras ideas. A lo que aspiramos es que se concrete de manera real y productiva un cambio en el tratamiento de este tema. Confío en que la sinergía vecinos-municipalidad sea potente y éste puede ser un excelente primer paso.

Estoy también en un par de grupos de apoyo social. Uno que iniciamos con dos vecinas de mi zona 1 para atender a nuestro barrio, por decirlo de alguna manera, y otro grupo, llamado Patodos, que lidera un amigo, con el que empezamos poquito antes de la pandemia. Es un proyecto que evalúa alternativas, tanto de impacto inmediato como entrega de alimentos a poblaciones vulnerables, como otros proyectos de ayuda no asistencialista que permitan generar fuentes de trabajo, crear centros de investigación, comenzando tal vez en el agro en las zonas pobres de la costa. Este proyecto es de más largo aliento. Somos cien personas, profesionales con experiencia que deseamos aportar, estamos trabajando en charlas, webinars sobre valores y otros temas de interés para el grupo y que pensamos modestamente pueden aportar a nuestra comunidad.

En el Partido Morado imagino tendrás actividades

Desde fines del 2018 soy la representante del Programa Pro Mujer de la base de Miraflores, donde he realizado muchas actividades: charlas con gente que conoce mucho del tema de género. He llevado cursos nacionales e internacionales dentro del programa. Yo misma he dictado algunas actividades de formación y capacitación.

En las últimas semanas me han invitado a ser miembro de la Secretaría Nacional de Organización y Planeamiento del partido y tendré que dejar ese programa para asumir nuevas funciones, aunque no dejaré nunca de ser pro-mujer. Me he preparado en violencia de género, acoso político, masculinidades y otros temas vinculados. Así que formalmente acaba mi etapa en este programa, para dedicarme a la organización del Partido Morado.

¿Cómo te vas relacionando con la gente?

Siempre hay personas que me recomiendan a otras personas que conocen de los temas en los que me intereso y así nos vamos interrelacionando.

Como estoy metida en varios grupos, veo que la gente lo que más valora es que se comparta las vivencias, las experiencias, como estamos haciendo ahora, tú y yo. Tengo un canal en youtube que pienso reactivar más adelante, donde me gustaría abordar temas de educación y vida saludable. Tengo muchos proyectos en mente. Uno de ellos es escribir más.

Cuéntame de tu familia

Mi abuela, Carmen Marina Vidal Roca, ancashina, se casó a los 15 años con mi abuelo, Elías Añorga Ponte. Mi abuela es un referente de lo que era la mujer hace sólo 70 años en el Perú: sin derecho a votar, sin educación escolar completa, con objetivos muy concretos como procrear y educar a los hijos. Era otra mentalidad. Mi abuelita siempre fue servida, hija de hacendados y casada con otro hacendado. Mi mamá es pomabambina y mi papá cusqueño. Mi mamá enviudó cuando yo tenía 7 años, mis hermanas, 3 y 1. Tuvo que sacar a flote toda su fortaleza para ayudarnos a salir adelante. Enfrentó situaciones límite porque enviudó a los 30 años, con tres niñas pequeñas por criar.  Eso nos cambió la vida a todas en casa.

Cuando empezamos la entrevista me dijiste “Me dedico a muchas cosas que me gustan”, ¿a qué más dedicas tu tiempo ahora?, aunque con las limitaciones de la pandemia.

Bueno, soy deportista. En pandemia he dejado de hacer deporte. Frontón es mi deporte; pertenezco a la Federación y juego en campeonatos nacionales. Juego bádminton también y hace algunos años conocí el yoga. He participado en torneos interbancarios de futbol en el BCP y recuerdo con mucho cariño que solíamos ganarlos porque había mucha garra y entrega en el equipo. Ahora no puedo hacer deporte, pero eventualmente entro a YouTube y encuentro programas o retos, como en el de Fausto, de Turbo Step, donde despues de cuatro semanas terminas haciendo hasta mil abdominales por día.

Hay un tema del cual no hemos hablado. Del amor.

Ahhhhh. Estoy super enamorada. Conocí a una persona muy especial. Tal vez lo que más me gusta de él es que no se asusta de mis proyectos, me apoya en todo. No me es ajeno saber que a muchos hombres les molesta tener una pareja que estè activamente en política. Les he escuchado varias veces frases como: “de ninguna manera aceptaré que mi pareja entre a la política”. Y me pregunto, cómo permitir que otra persona te bloquee, te ponga trabas. No debería suceder.

Por eso, cuando de temas de género se trata, me baso en que he tenido muchas experiencias propias. Siempre leo y estudio sobre género, violencia doméstica y acoso, porque entiendo perfectamente esas disparidades, esas desigualdades, porque las he vivido. Me parece que a diferencia de mi abuela o mi mamá, hoy se tiene más conciencia de lo injusta que era y sigue siendo esta realidad. Tal vez a partir de nuestra generación es más duro, porque nos hemos enfrentado a esa supuesta normalidad. Cuando hay gente que me dice: “Ay, pero tu ya deberías estar relajada, sin problemas. Mejor deja la politica y jubílate, porque total, no vas a ver esos cambios de los que hablas”…. Entonces siento que en vez de desanimarme me reafirmo y pienso: No importa que yo los vea o no; será la sociedad del futuro y eso hace que valga la pena. Hay que seguir luchando por un país inclusivo con educación de calidad para las niñas en la sierra y la selva, por condiciones mínimas para el desarrollo de los pobres. Aunque no lo vea, estoy convencida de que a cada uno le toca hacer algo en la vida y a los que estamos ahora nos toca levantar la voz por los que van a venir, sobre todo en un país como el Perú, donde se ha enquistado la corrupción y donde las instituciones son tan frágiles. Por eso estoy en política.

Tengo diez años en docencia y desde siempre he hablado con mis alumnos con mucha pasión de la responsabilidad social que tendrán como profesionales, cuando dirijan una empresa o sean emprendedores y lleven adelante la suya propia. Recuerdo que en una oportunidad en una clase de octavo ciclo alquien me preguntó: ¿y crees que debemos meternos a la política, donde todo está tan “feo”?. Terminaba el segundo gobierno de Alan García y se sabía de varias corruptelas a todo nivel… Recordando la frase “El precio de no involucrarse en política es ser gobernados por los peores hombres”, le dije: Por supuesto, justamente es ahí donde debemos meternos los peruanos de buena voluntad, donde las cosas están mal y hacer que sean diferentes. Entonces otro alumno me preguntó: ¿y tú, profesora, si hablas asi es porque tú haces política…. a qué partido perteneces? Esta fue una pregunta totalmente inesperada para mí. Fue algo que me dejó fría. En ese instante me di cuenta que predicaba sin dar el ejemplo. Eso me dejó sin paz, así que me puse a estudiar periodismo on line, algo que tenia pendiente desde chica. Es que yo iba a estudiar Comunicaciones en la universidad, pero me cambié de carrera porque necesitaba trabajar: en los convulsos años 80 no se avizoraba trabajo en ese campo…. De esa manera llegué al 2018, que fue cuando ingresé al Partido Morado. Llegó la hora de ser totalmente consecuente.

La pregunta sobre el amor nos llevó otra vez a la política.

Sí, es que para mí el amor es seguir creciendo. Si tu estás con alguien que te deja volar, que te acompaña en tus sueños, en tus ideales, entonces es la persona indicada y siempre estará en tu corazón. No es que tengamos que estar pegados, cada uno hace sus cosas. Así somos super felices.

Finalmente, estaba olvidando tu columna semanal en La República. ¿Cómo así surgió esta posibilidad de difundir tus ideas?

Se inició buscando trabajo cuando terminé periodismo. Es una historia larga pero la puedo abreviar contando que gracias a esos estudios conocí a algunos directivos del diario La República y me dieron la oportunidad de hacer comentarios sobre temas de actualidad hace un par de años. A partir de este año tengo una columna de opinión a la que he llamado Ética en Babylon, haciendo referencia a aquello que nos falta como sociedad: ética, en todos los niveles y aspectos. El término Babylon hace referencia a la antigua Babilonia que para algunos es sinónimo de una sociedad brutal, carente justamente de esa ética que se requiere para elevar al nivel de ciudadanos a todos los peruanos con igualdad de derechos y deberes. La referencia a Babilonia también tiene que ver con una de mis pasiones, que es la Historia.

En mi columna mis reflexiones tratan sobre coyuntura política y también sobre lo que me ocupa en horas de investigación y aprendizaje: paridad y alternancia, otros temas de género, educación, ciencia y tecnología, democracia, republicanismos, entre otros.


Escrito por

Ana María Escudero

Licenciada en Sociología, miraflorina de toda la vida, interesada en temas vecinales y políticos, deseosa de comunicar sobre ser miraflorino


Publicado en

Miraflorinos de Siempre

Este blog busca crear una comunidad donde los vecinos miraflorinos de siempre puedan compartir sus experiencias de vida y se proyecten.